Una Visita Enriquecedora: El Taller “Proteger es sobreproteger” con María Helena Manrique
En nuestra institución educativa, siempre buscamos ofrecer espacios que contribuyan al crecimiento y bienestar de nuestras familias, por lo que fue un honor recibir a María Helena Manrique, Directora y Fundadora de Orientar, quién es “Licenciada en Orientación y Consultoría Familiar” además de ser “Máster en Ciencias de la Familia”, con más de 20 años de experiencia Educativa y dedicada a la Educación en el Amor y la Sexualidad, nos brindó el taller titulado “Proteger para no sobreproteger”.
Este taller estuvo dirigido a los padres de familia, y su objetivo fue abordar uno de los desafíos más grandes de la crianza actual: encontrar el balance adecuado entre proteger a nuestros hijos y permitirles desarrollar su autonomía.
Durante el taller, los padres participaron activamente. Uno de los momentos más significativos fue la realización de un test que permitió a los asistentes reflexionar sobre sus propios estilos de crianza. Este ejercicio puso sobre la mesa preguntas fundamentales acerca de hasta qué punto nuestra protección como padres ayuda o, en algunos casos, limita el desarrollo de nuestros hijos.
María Helena tocó temas diversos y profundos, desde cómo fomentar la resiliencia en los niños hasta la importancia de enseñarles a tomar decisiones por sí mismos. A lo largo de la sesión, se abrió un espacio para preguntas y respuestas, donde los padres compartieron sus inquietudes y experiencias. Fue un momento muy enriquecedor, no solo por las respuestas claras y sabias de la conferencista, sino también porque permitió a los padres sentirse comprendidos y acompañados en su labor.
El taller nos dejó una lección valiosa: criar no significa controlar, sino guiar. Nuestros hijos necesitan espacios seguros donde puedan cometer errores, aprender de ellos y, al mismo tiempo, sentir el respaldo de una familia que los protege sin sofocarlos
.A través de este taller, entendimos que proteger a nuestros hijos no debe significar privarlos de vivir sus propias experiencias. Como padres, nuestro desafío es ayudarlos a desarrollarse como individuos autónomos, seguros de sí mismos, y con la capacidad de enfrentar el mundo con resiliencia y sabiduría. María Helena Manrique nos recordó que en la crianza, el amor se demuestra tanto en el acompañamiento cercano como en la confianza que depositamos en ellos para volar por sí mismos.